¿Se puede decir de
Jim Shooter que es el gran tirador tirado del mundo del cómic?
Este veterano escritor y editor ha triunfado y ha sido demonizado
casi tantas veces la una como la otra. Sin embargo, fue el creador
de dos grandes editoriales, Valiant y Defiant. Eso por no hablar de
su paso por DC Comics y Marvel.
Cómo es Jim Shooter, la extraña figura del cómic
Shooter comenzó
escribiendo historias de cómics con solo 13 años, allá por 1964.
Su familia necesitaba dinero, y él trataba de aportarlo así.
Sus comienzos se
dieron en DC Comics, donde ayudó a crecer a La Legión de
Superhéroes creando personajes como Ferro Lad.
Pero Shooter nunca
fue un tipo fácil. Así pues, en los 70, cuando escribía Superboy y
la Legión de Superhéroes, por motivos creativos, acabó dejando DC
Comics para caer en manos de la todopoderosa Marvel.
Jim Shooter subió
como la espuma, y pronto se convirtió en editor en jefe, cargo que
ostentaría entre 1978 y 1987. No obstante, muchas polémicas
surgieron de ahí. Enfrentamientos con autores de la talla de Frank
Miller o rumores de que cambiaba personajes o creaba historias como
Secret Wars para vender más juguetes acabaron con sus días de luz y
sombras en Marvel, editorial a la que no obstante insufló vida.
Jim Shooter y sus editoriales propias
A partir de aquí,
llegó su peregrinar por sus propias editoriales. Primero fundaría
la exitosa Valiant en 1990, pero con ayuda de un fondo financiero de
ventura. Y como sus socios querían más dinero, pero Shooter
consideraba que no debían publicar más de 10 historias mensuales
porque las quería editar él mismo en persona, hicieron las de Steve
Jobs y lo echaron a la calle.
Esta malograda
editorial cayó en manos de Acclaim que la dejó caer hasta el
olvido. No obstante, Dinesh Shamdasani y su equipo la han
revitalizado hoy en día con notable éxito en la piel de héroes
como X-O Manowar, Harbingers, Bloodshot o Ninjak.
En la calle, pero
con dinero, Shooter volvió a probar suerte con Defiant, su nueva
editorial. Pero su personaje estrella, Plasm, fue acusado de plagio
por otro de la malograda Marvel UK, llamado Plasmer. Así que tras el
juicio que cayó de lado de nuestro gran editor, las costas fueron
tan altas y el beneficio tan bajo que tuvo que cerrar.
Y finalmente, probó
suerte con Boadway Comics, bajo el auspicio de Broadway Vídeo. Pero
la compañía fue vendida y quebrada en pocos meses, ya a finales de
los 90.
Desde entonces,
Shooter anda por aquí y por allá como soldado de fortuna. Si te
lo encuentras, quizás puedas contratarle. No cabe duda de que
con sus claroscuros, es un gran editor de cómics, de los mejores que
he leído nunca.
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